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„Y porque aún no está a la vista un movimiento de masas que se encargue de este asunto, debemos al menos puntualmente echarle arena a la máquina capitalista, debemos hacerlo para señalar los potenciales que tienen luchas anticapitalistas, a nivel mundial por el futuro para bloquear la ejecución normal de lo existente, porque sin un final no hay comienzo nuevo.“
(De nuestra llamada a bloquear el puerto de Hamburgo 2017)
Hamburgo, puerta al mundo. Un mundo en el cual mensualmente se dibujan escenarios catástrofes cada vez más claras. Un mundo que sucumbe para permanecer tal cual. Un mundo donde mercancías se mueven libremente y dónde personas mueren a diario en las fronteras. Un mundo que sobrepone beneficios económicos al sustento de la humanidad.
Apelar a un gobierno cuyo líder compara el activismo climático con el régimen nazi, es una pérdida de tiempo. Y de éste no nos queda mucho. Lo único apropiado es la irreconciliabilidad. Consecuentemente llamamos a la resistencia colectiva en forma de interrupción selectiva de cadenas de suministro en el puerto de Hamburgo.
Around the world
La logística del capital
El capitalismo mantiene todo en movimiento como un sueño febril- por todas partes, siempre. Antes de que podamos maravillarnos con estanterías llenas de mercancías, todos los artículos individuales han recorrido enormes distancias. Desde su inicio, la lógica lucrativa del capitalismo aspira a la organización y distribución global de la producción. Este principio comenzó junto con las incursiones coloniales y el comercio transatlántico de esclavos. Hasta hoy es la base para el transporte marítimo mundialmente y lo tanto también del puerto de Hamburgo.
Dentro de poco tiempo el capitalismo ha transformado toda la tierra en una fábrica fósil. Las vías navegables, los ferrocarriles y las carreteras conectan la extracción de materias primas, la producción y los mercados de venta. Esta conexión es la logística.
La logística permite el concurso total en el mercado mundial. En este sistema, regiones con largas historias de opresión colonial siguen a merced de las naciones industrializadas del Norte. Los recursos naturales se extraen en el Sur Global, creando una destrucción enorme, para procesarlas de forma rentable en el Norte. Aunque empresas tecnológicas como Apple, Microsoft y Tesla afirman ser conscientes de sus cadenas de suministro, se abastecen de coltán en lugares como la República Democrática del Congo, cooperando con jefes de guerra de los cuales se ha demostrado que utilizan trabajo infantil. Los contenedores y los muelles automatizados desmienten la brutalidad de la economía del mercado global y la división del trabajo.
Harder Better Faster Stronger.
El paradigma de la movilidad capitalista
Los buques portacontendores son arrastrados por el agua pero se mueven por el capital. Esto continúa en la vía terrestre: no importa si se trata del transporte de mercancías, el viaje al trabajo o el turismo, hay poco movimiento que no sirva a la generación de beneficios. Mientras tanto, el paradigma de la movilidad capitalista se completa con la entrega de comestibles en 10 minutos a lomos de riders ciclistas. Todo el mundo conoce los efectos de esta locura. El transporte marítimo es responsable del 3% de las emisiones mundiales de CO2, del 15% de las de óxido de nitrógeno y del 13% de las de dióxido de azufre.
One More Time
Paralizar el puerto
Mientras los costes de producción de los productos disminuyen para los productores, la rapidez con la que un producto puede cambiar de localidad es cada vez más importante para su tasa de beneficio. Con una producción de niveles de inventario reducidas („Just-in-time- production“), la producción se ha vuelto más barata, pero también depende de una logística bien sincronizada. No sólo el bloqueo involuntario del canal de Suez por el portacontenedores Ever Given ha provocado enormes agujeros en las cadenas de suministro.
El puerto no solo es un lugar simbólico del mercado mundial y del capitalismo exportador alemán, sino también un punto neurálgico. Con el bloqueo del puerto durante la Cumbre del G-20 en 2017, hemos causado daños millonarios, simplemente interrumpiendo el negocio diario durante unas horas. La Asociación de la Industria afirma que „las cadenas de suministro están al límite.“ Reto aceptado.
Think global – Act global
Las protestas climáticas de los últimos años han tenido un impacto profundo en los discursos públicos. Ahora, Junto con Ende Gelände queremos avanzar estos discursos y realmente interrumpir el curso destructivo del capitalismo. El presente ya es la catástrofe. Hace falta una intervención material, e interrumpir la logística nos da una herramienta poderosa aplicable a nivel mundial.
Las redes logísticas del mundo se guían por una compulsión material fría y destructiva. Es una red que depende de la división y del aislamiento de personas que dependen de ella. Sin embargo, no queremos romper cadenas mercantiles capitalistas para caer en el regionalismo o en el aislamiento nacional, sino que aspiramos a una red mundial de personas en condiciones totalmente diferentes.
Queremos la globalización de la solidaridad. Las luchas transnacionales contra el racismo, por el feminismo y la justicia climática podrían ser su comienzo. Por esta razón, volveremos al puerto este verano y lo bloquearemos. Esta vez nos unimos a Ende Gelände en los días de acción „system change“ en Hamburgo. Queremos desbaratar la logística del capital y crear nuevas cadenas de solidaridad entre nosotros.